22 agosto 2009

Hablaré con ella esta noche


"Hablaré con ella esta noche por última vez", se miente todas las mañanas, cuando el despertador acaba con el escaso reposo que le permite el insomnio.

Hablará con ella esta noche, como siempre, pero esta vez no encontrará su voz sensual al otro lado, tampoco las palabras obscenas ni los gemidos entrecortados con los que componía sus fantasías sexuales cada madrugada.

A cambio, una voz demasiado fría le comunicará que la dueña de sus sueños ya no trabaja allí y le ofrecerá cualquier sucedáneo a cambio.

Será duro conciliar el sueño esa noche, cuando él sepa, por fin, que es la última noche.

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05 agosto 2009

Encuentros en alguna fase


La casa es demasiado vieja, y como tal, aseguran que está habitada por extraños personajes. Yo necesito dar una vuelta por ella todas las noches, cuando el bullicio cesa y reina cierta tranquilidad apenas perturbada por los ruidos acostumbrados de las mansiones de este tipo: viento que se filtra por las ventanas, puertas que chirrían, el goteo de algún grifo mal cerrado o susurros de extrañas procedencias.

Tratando de descubrir al dueño de una de esas voces me adentro en la despoblada segunda planta con paso temeroso. En el arranque de la escalera me encuentro con ella. Está vestida de un blanco irritante, tiene el rostro demacrado y una expresión lánguida, como de sueño. Al verme, su cara se desfigura de tal forma que el pánico se apodera de mí. Pretendo correr todo lo que da mi alma, huir a toda velocidad de la escena, pero mi espíritu no responde, atenazado por el peso de las odiosas cadenas.

Temo que si alguna vez reuno el valor suficiente para enfrentarme a uno de estos seres, apenas conseguiré pronunciar unas pocas palabras ininteligibles.


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